Como podéis ver en la ilustración, España es el único país
en el cual sus gobernantes obligan al uso de la mascarilla en todas partes,
creyendo que así van a evitar la propagación del COVID-19. En otros países no
solo no es obligatorio, sino que además se desaconseja su uso, y en según en
qué otros solo se exige cuando vas a tiendas, centros comerciales, o utilizas
el transporte público. Por desgracia en España para cualquier lugar, aunque
estés solo, aunque vayas al monte o a la playa, con todo lo absurdo que supone.
Lo malo no es solo que desde instancias gubernamentales se
callan y censuran las voces médicas que están en contra del uso de la
mascarilla, los confinamientos, las distancias, y todo tipo de prohibiciones
que deshumanizan las relaciones sociales, sino que además no cesan día tras día
de ir bombardeando por medio de la televisión a la población dramatizando al
máximo el tema de la supuesta pandemia del coronavirus. Claro que la existencia
de médicos cobardes en su silencio no ayudan mucho, tema aparte el miedo a ser
coaccionados o despedidos por la administración que ha de seguir las directivas
y protocolos que establecen los gobernantes.
Esa psicosis del miedo, esa obligación de asfixiantes e
insanas mascarillas así como de absurdas distancias, esos recortes de
libertades y todo tipo de prohibiciones, ese saqueo de rapiña a base de multas,
etc.... lo que en realidad provoca es que la población se enferme con mucha más
facilidad y se genere una psicosis de rechazo entre la gente más ignorante y
desinformada.
Las consecuencias de más gente enferma ( y la que se
enfermará) provocará mayor necesidad, atención y gasto sanitario, que en
contradicción presenta un gravísimo problema: esto no puede funcionar si no hay
dinero para financiarlo (dejando aparte que ahora nos prohíben asistir a
ambulatorios u hospitales, y deben de hacerse las consultas y citas a unos
teléfonos de sanidad que ni se ponen ni responden, aparte el prejudicio a
personas sordas o ancianas que no pueden comunicarse bien a través de un medio
telemático). Es verdad que así el gobierno ahorra mucho dinero en gasto
sanitario, pero al mismo tiempo al dejar de recaudar por la parálisis económica
se complica aún más ya teniendo una deuda pública cada vez más escandalosa y
peor y al mismo tiempo que le baja considerablemente la recaudación derivada de
la parálisis económica que el propio gobierno ha causado, sea el nacional,
económico o municipal.
Las absurdas medidas políticas tanto de gobiernos como de
autonomías y autoridades municipales solo llevan a que más gente vaya a
enfermarse y paradójicamente paralizando la actividad económica se hace también
que se dejen de ingresar los tributos derivados de ellos, es decir hace que los
entes públicos dejen de recaudar ese dinero que buena e imperiosa falta les
hace para financiar todas las necesidades sanitarias que va a necesitar una
población con cada vez más gente enferma de cualquier patología, incluyendo las
que llevan a la depresión y al suicidio. Porque es obvio que sin dinero no hay
servicio sanitario, y aunque los políticos pretendan que la salud ha de ser
siempre lo primero con esa errónea pretensión de evitar al máximo los contagios
y propagación del COVID-19, la dura y cruel realidad es que si esas mismas medidas
impiden a empresas y a la gente que puedan trabajar y con ello generar ese
dinero que los políticos necesitan para la recaudación, al final resulta que
las medidas políticas contra el COVID-19 solo han servido para empeorar aún más
las cosas y con ello conllevar mayor desgracia para todos.
En consecuencia: el coronavirus no es nada grave, no hacen
falta ni mascarillas, ni confinamientos, ni todo tipo de prohibiciones. Y pese
a la ruina causada a millones de ciudadanos, es hora de abrir los ojos y empezar
a hacer bien las cosas, y de ponerse a trabajar para volver a levantar el país
y que la gente pueda volver por la senda de la prosperidad o por lo menos de
ganarse la vida en lo posible en un país ya demasiado ahogado a impuestos y
normativas que no ponen fácil las cosas. Y esto es lo que hace falta ahora en
España, y más cuando ahora en Europa en muchos lugares se ha superado esta
innecesaria psicosis del miedo por el COVID-19, que por otra parte los virus no
conocen de fronteras y se meten en cualquier lugar.
Es hora de que la gente se informe bien, y se deje ya de
comportamientos absurdos y estúpidos. No hay razones para el miedo, y tampoco
se puede vivir con miedo y sin libertad. Porque el COVID-19 no es peor que
otras enfermedades ya conocidas, vividas y pasadas. Es ley de vida que todos
nos tenemos que morir, y estadísticamente todos los años tenemos un número
parecido de miles de muertos por todo tipo de causas, que en comparación no
hicieron falta ese alarmismo, confinamientos y ruina económica que ha causado.
Que nos contagiemos todos, es bueno porque acaba reforzando
nuestro sistema inmunológico. Para que alguien se contagie, tiene que haber
mucha carga viral alrededor, es decir: bastantes personas contagiadas y con
muchos virus de los mismo alrededor ( y aún así no todo el mundo se contagia
con facilidad). La piel es una barrera contra las enfermedades, y por ejemplo,
en una persona que pasa mucho tiempo en la intemperie, tiene piel más expuesta
al sol y al aire, y cuerpo más templado, con una piel que hace que sea mucho
más difícil que la atraviesen cualquier tipo de virus o germenes. Por eso es
tan recomendable tomar baños de aire libre y respirar. Los virus y microbios
están por todas partes, y no siempre nos contagiamos ni enfermamos, ni nos
sentimos mal aunque hagamos pillado alguna de esas cosas que forman parte del
microcosmos.
Cuando alguien se contagia, el cuerpo humano activa su
sistema de defensas, y dentro del organismo se produce un combate contra el
intruso, sea un virus o cualquier otra bacteria o microbio, que se traduce en
esa fiebre y malestar que se siente. Esa lucha interna del organismo, cuando es
muy brutal, a veces puede dañar partes internas y deja secuelas, pero se sana y
con ello se adquiere un sistema inmune temporalmente más fuerte y resistente, o
se sana, pero se sale debilitado que con el tiempo se puede recuperar o no.
Esta es la realidad. Claro que personas con otras patologías hace que se
enfermen y mueran más fácilmente, y lo mismo las personas de muy avanzada edad
que tienen el organismo muy debilitado, menos resistencia, y sistema inmune
mucho más bajo, lo cual es más fácil que se enfermen y se mueran también. Y a
esto dependiendo de la configuración genética, pues no es lo mismo alguien con
un cromosona menos o de más ( como es el caso con gente con síndrome de Down, u
otros tipos de síndrome), quienes tengan minusvalía o algún tipo de invalidez,
o la raza a la que se pertenezca, e incluso el tipo de sangre del que se sea
portador. En resumen, enfermarse y hasta morirse, depende de muchas cosas, y
eso es lo que todos deberíamos saber, y para todo lo demás, seguir viviendo la
vida como se tiene que vivir: sin miedo y haciendo bien las cosas en la medida
de lo posible.