Con Franco, alcaldes y concejales ni tan siquiera cobraban y
ejercían sus funciones representativas de forma voluntaria para estar al
servicio de sus comunidades.
En la actualidad, por lo que veo, incluso la Generalitat
forma sus propias redes clientelares regadas con abundante dinero público de
los contribuyentes, y con las condiciones que ella misma impone. En otras
palabras: otra forma camuflada y legal de sobornar y comprar acciones políticas
municipales favorables a los intereses del gobierno de turno de la Generalitat.
Como decía la ex ministro socialista Carmen Calvo: "el
dinero de todos es dinero de nadie", con lo cual los políticos que tienen
acceso a la Caja Pública aprovechan para repartirse buena parte, lucrarse con
ello, comprar voluntades, y financiar su red de intereses a cargo de los
impuestos que pagan los contribuyentes.
Desde luego mientras España tenga tantos gobiernos autónomos
en tantas comunidades, tantos miles de municipios cada uno con sus respectivos
alcaldes y concejales, y tanta diversidad de entes públicos que se crean y no
paran de ir creciendo, lo de meterse a político y salir elegido alcalde puede
llegar a ser un gran negocio por todo esto de las retribuciones fijadas por ley
más las extras que proporcionan los gobiernos autónomos y los que se crean para
ellos mismos los propios alcaldes. Otro tanto parecido puede decirse aparte con
los funcionarios que consiguen plaza y ya tienen enchufe vitalicio con el que
tener la vida resuelta para siempre.
En resumen, la política en vez de estar para el servicio de
los ciudadanos y el bienestar del país, finalmente termina siendo el gran
negocio de los que se dedican a ella y tienen la suerte de obtener sus cargos.
( Cliclear en la noticia):
LA GENERALITAT GRATIFICÓ A SUS ALCALDES CON 4 MILLONES Y MEDIO DE EUROS PARA "DIGNIFICAR" SU TRABAJO
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