Es estúpida esta señora si se cree que los demás son tontos.
¿Dónde está la libertad de expresión reconocida por la Constitución?. Y si no
procedemos como ella desea, según esta semi-analfabeta que se permite ir de
meona por su propia ciudad, somos "fascistas", "xenófobos",
u otra palabra parecida. Yo prefiero quedarme con mi viejo y tradicional
lenguaje español del típico macho ibérico.
Para quien domina dos idiomas o más, es imposible hacerle
olvidar lo que ya sabe. Aparte hay palabras y expresiones que llevan siglos
entre nosotros y que son prácticamente imposibles de erradicar, por mucho que
nos lo quieran imponer unos supuestos apóstoles de la multiculturalidad y el
globalismo (que para debilitarlas busca que las naciones pierdan su propia
identidad, tradiciones, orgullo, y raíces).
Como dice el viejo refrán: las cosas se tienen que llamar
por su nombre: al pan, pan; al vino, vino,.....y en su defecto, al negro,
negro; al moro, moro; al marica, marica; al viejo, viejo; y al putero, putero. Todo lo demás es
dar otro paso más para formar una sociedad confusa de "Torre de
Babel" donde nadie entiende a nadie. Pero asín es la "Caca-cau", que lo
de dar el visto bueno en cagarse y mearse en la vía pública de la ciudad donde
ha salido de alcaldesa, no es precisamente un buen ejemplo para ahora estar
dando lecciones. Y no digamos lo de dar barra libre a todos los okupas para que
se apropien de todo lo ajeno; el comercio pirata ilegal en las calles, plazas o
pasadizos del metro que son competencia desleal con el resto del comercio
barcelonés que ha de soportar asfixiantes impuestos y normativas; o lo de
convertir muchas calles de Barcelona en lo más parecido a un fumadero de opio
(o algo parecido), dejando aparte la ciudad sin ley de delincuentes que se ha
convertido la Ciudad Condal, o donde por aparcar en cualquier calle te cobran
un precio de verdadero atraco (casi todas convertidas en zonas azules o verdes),
y además por si fuera poco falta al respeto a la Familia Real Española todas
las veces que puede, entre la cantidad de disparates que forman parte de su
triste curriculo público.
Pero bueno, ahora los barceloneses tiene que disfrutar de lo
votado y apechugar con ello: ella es su alcaldesa.