Tenemos el enorme problema de la peste del coronavirus, que sin duda
alguna nos afecta a todos: en los empleos, en los negocios, en los ahorros
devaluados, en la gente que debe dinero sea en hipotecas o pagar el coche.
Estamos, pues, en una situación muy mala de la que tenemos que espabilarnos
para salir, aunque muchos tenemos nuestros propios límites y no vamos a poder
hacer nada.
Imaginaos que me eligieran presidente del gobierno para arreglar eso.
Lo primero que tendría en cuenta sería la gente más afectada. Buscaría
en la medida de lo posible dotar de todos los recursos para contratar más
sanitarios si hiciera falta y dotar a los hospitales de los recursos necesarios
con los que poder atender las necesidades de los médicos y los tratamientos que
requieren los enfermos. Haría colaborar al ejército, a la guardia civil (que al ser militares supongo
que también forma parte de nuestro ejército), a todas las policías, y a todos
los voluntarios que quisieran colaborar.
En segundo término,
teniendo en cuenta el enorme daño a las empresas y los trabajadores, supongo
que la mejor ayuda sería dar subsidios a los más afectados tanto por los
cierres de empresas como por los despidos. Unos subsidios suficientes que
cubrieran sus necesidades y las de sus familias. O sea, que el dinero arregla
situaciones complicadas e inesperadas. Claro que todo esto vendría acompañado
de comprobaciones y un control muy rígido, para evitar la picaresca y los
fraudes. Pero.....¿y de dónde sacar ese dinero?, pues suprimiendo el Estado de
las Autonomías, quitando todos los gastos en cargos políticos, gobiernos
autonómicos, parlamentos, diputaciones, y otros entes públicos que no son
necesarios y nos salen muy caros. Quitaría, además, todo tipo de subvenciones a
las ONG's, patronales y sindicatos. Y con todo este dinero quizás daría para
cubrir toda esta masa de damnificados por esta crisis causada por el
coronavirus que nos ha obligado a parar a casi todos, y ha golpeado de forma
muy especial al turismo y las exportaciones.
Si no hubiera suficiente
dinero para cubrir, intentaría sacar adelante una emisión de Deuda Pública
española que fuera atractiva para los compradores: al 6%, y tal cómo están
actualmente los tipos de interés, seguro que encontraríamos compradores de
sobras. Sé que es algo arriesgado pero ¿y la garantía?, pues la propia España.
Y ahora os explico por qué.
Porque tras tomar esas
medidas, tomaría otras para poder salir de la fea situación en la que estamos
metidos. Haría que se bajaran los impuestos, sobretodo los que afectan a las
empresas y a las rentas del trabajo, dejando congelados de momento el resto,
como por ejemplo, el IVA para seguir financiando gastos del Estado. Es decir
que haría todo lo posible para facilitar la creación de empresas y con ello la
creación de puestos de trabajo, que al no tener prácticamente gastos
burocráticos ni impuestos, animaría mucho a los emprendedores, así como a los
inversores, y todo aquel que tuviera ganas de ganar dinero trabajando. Estoy
seguro de que esto nos llevaría a tener trabajo para todos, y así poco a poco
se dejaría de ir subsidiando la gente que lo necesita porque cada vez habría
menos desempleo. Y naturalmente que la creación de más empresas y más empleo
aportarían más ingresos a las arcas del Estado con la que se podría acabar de
pagar los intereses de la Deuda Pública que habrían ayudado en los gastos de
las ayudas del gobierno en los primeros momentos más difíciles, y
posteriormente sanear las cuentas públicas.
De paso habría servido
para dejar una administración mejor con menos enchufes y menos burocracias políticas
de todo tipo que nos salen carísimas y que más que no de sernos de mayor
utilidad, nos complican más las cosas.
No sé si saldría bien,
pero hay que tener fe en ello. Lo que no se debe de hacer es no actuar, y en
todo caso actuando y dando buen ejemplo.
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