domingo, 14 de noviembre de 2021

SUBIDA DE LOS CARBURANTES Y DE LA LUZ, ¿QUÉ ESTÁ PASANDO?.

 


Lo que es propio en el libre mercado puro y duro, y en donde impera la ley natural de la oferta y demanda.

 

En el mundo hay más pozos de petróleo que nunca ( y los que quedan por descubrir), pero por un acuerdo globalistta internacional se van tomando unas medidas con la excusa de prevenir el “cambio climático” y en las que se deciden dejar de perforar y extraer más petróleo y carbón para alimentar las plantas térmicas que generan la electricidad que necesitan los mercados. La excusa es evitar las emisiones de CO2 ( anhídrido carbónico), para evitar gases de efecto invernadero en la atmósfera.

 

Lo que no se dice es que los cambios y variedades climáticas se van dando por la propia naturaleza, en la que hay siglos de mayor frío y otros de mayor calor, y que la naturaleza se autoregenera y autorregula por sí misma. Los efectos del hombre sobre el cambio climático, en realidad es casi nulo e insignificante, tal como lo avalan diversidad de científicos que son los que más en la materia.

 

Entonces, a falta de petróleo y carbón, porque se van cerrando los pozos y se va reduciendo las extracciones, se recurre al uso del gas ( que emite mucho menos CO2) para uso de las centrales térmicas que generan la electricidad. Esto provoca que se aumente la demanda a nivel global, en diversidad de países, lo cual hace que suban con fuerza los precios: el gas porque es muy demandado y no da abasto para todos, y los carburantes debido a que se cierran los pozos de petróleo ( pese a seguir llenos), y con ello inevitablemente al producir menos con la misma demanda, hace que suban los precios.

 

Luego quedan lo que llaman las energías sostenibles y renovables, especialmente la eolítica y la solar. Pero el problema es que cuando no hace viento, no ruedan la especie de molinos para generar la electricidad, y cuando no hace sol, los paneles tampoco pueden generar electricidad. Y entre una cosa y la otra de que no hay suficiente petróleo y gas en el mercado para que las centrales térmicas produzcan electricidad, entonces las subidas de precios y los apagones van a estar servidos.

 

Y no hablemos de la energía nuclear, que también quieren suprimir porque también producen emisiones de CO2.

 

Esas medidas encuadradas dentro de lo que llaman la agenda 2030, llegan en muy mal momento para aplicarse, porque por un lado con la crisis económica y de deuda pública que ya había, agravada con el tema de la pandemia covid-19 en la que se han producido importantes daños colaterales a particulares y empresas, llevando a la ruina a millones de personas, hay que añadirle el agravante de que esas medicas de cambio climático en esos momentos conllevan una importante inflación que empobrece aún mucho más a la gente y provoca mayores males a empresas ya muy dañadas de por sí.

 

Está bien que se pretenda un mundo más limpio, pero sin exagerar. Pero para prevenir ese cambio climático ( en realidad no hay que prevenir nada, porque los cambios climáticos van y vienen por sí solos cuando lo impone la propia naturaleza), los pasos a dar no deberían de venir acompañadas con medidas tan bruscas y brutales, sino de forma moderada y pausa por partes que no provocar inflación, subidas de precios, y daños económicos a empresas, familias y particulares.

 

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