Lo que es propio en el libre
mercado puro y duro, y en donde impera la ley natural de la oferta y demanda.
En el mundo hay más pozos de petróleo
que nunca ( y los que quedan por descubrir), pero por un acuerdo globalistta
internacional se van tomando unas medidas con la excusa de prevenir el “cambio
climático” y en las que se deciden dejar de perforar y extraer más petróleo y
carbón para alimentar las plantas térmicas que generan la electricidad que
necesitan los mercados. La excusa es evitar las emisiones de CO2 ( anhídrido
carbónico), para evitar gases de efecto invernadero en la atmósfera.
Lo que no se dice es que los
cambios y variedades climáticas se van dando por la propia naturaleza, en la
que hay siglos de mayor frío y otros de mayor calor, y que la naturaleza se
autoregenera y autorregula por sí misma. Los efectos del hombre sobre el cambio
climático, en realidad es casi nulo e insignificante, tal como lo avalan
diversidad de científicos que son los que más en la materia.
Entonces, a falta de petróleo y
carbón, porque se van cerrando los pozos y se va reduciendo las extracciones,
se recurre al uso del gas ( que emite mucho menos CO2) para uso de las
centrales térmicas que generan la electricidad. Esto provoca que se aumente la
demanda a nivel global, en diversidad de países, lo cual hace que suban con
fuerza los precios: el gas porque es muy demandado y no da abasto para todos, y
los carburantes debido a que se cierran los pozos de petróleo ( pese a seguir
llenos), y con ello inevitablemente al producir menos con la misma demanda,
hace que suban los precios.
Luego quedan lo que llaman las
energías sostenibles y renovables, especialmente la eolítica y la solar. Pero
el problema es que cuando no hace viento, no ruedan la especie de molinos para
generar la electricidad, y cuando no hace sol, los paneles tampoco pueden
generar electricidad. Y entre una cosa y la otra de que no hay suficiente
petróleo y gas en el mercado para que las centrales térmicas produzcan
electricidad, entonces las subidas de precios y los apagones van a estar
servidos.
Y no hablemos de la energía
nuclear, que también quieren suprimir porque también producen emisiones de CO2.
Esas medidas encuadradas dentro de
lo que llaman la agenda 2030, llegan en muy mal momento para aplicarse, porque
por un lado con la crisis económica y de deuda pública que ya había, agravada
con el tema de la pandemia covid-19 en la que se han producido importantes
daños colaterales a particulares y empresas, llevando a la ruina a millones de
personas, hay que añadirle el agravante de que esas medicas de cambio climático
en esos momentos conllevan una importante inflación que empobrece aún mucho más
a la gente y provoca mayores males a empresas ya muy dañadas de por sí.
Está bien que se pretenda un mundo
más limpio, pero sin exagerar. Pero para prevenir ese cambio climático ( en
realidad no hay que prevenir nada, porque los cambios climáticos van y vienen
por sí solos cuando lo impone la propia naturaleza), los pasos a dar no
deberían de venir acompañadas con medidas tan bruscas y brutales, sino de forma
moderada y pausa por partes que no provocar inflación, subidas de precios, y
daños económicos a empresas, familias y particulares.
No hay comentarios:
Publicar un comentario