Es posible que muchos de vosotros cuando por alguna enciclopedia veis la biografía de Adolf Hitler, os cuentan que de joven había sido pintor y había estudiado bellas artes en Viena, la capital de Austria. Pero seguro que nunca os han mostrado algunos de esos cuadros que él pintó en Viena, y que en ellos refleja su talento artístico que en mi opinión es mejor que muchos de los actuales pintores contemporáneos famosos y renombrados cuyos cuadros valen millones o son expuestos en museos. Claro, cada cuadro vale lo que cualquier persona está dispuesta a pagar por él, pero en mi criterio personal lo que más vale de un artista es la inmensidad en calidad y cantidad que se refleja en su obra artística. Por esto me atrevo a decir que Adolf Hitler fue un buen artista de la pintura.
Muy buena vista y habilidades para expresarlo a
través de sus pinturas debía de tener, tal como lo demuestran los cuadros de
quien llegaría a ser canciller de Alemania, y Fuhrer del III Reich alemán.
Supongo que como fue derrotado en la Segunda
Guerra Mundial, los vencedores se han aplicado en la censura y no han dado a
conocer demasiado algunas de las facetas de Adolf Hitler, como es el caso de
los cuadros que había pintado.
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