Lo malo de los gasoductos que atraviesan miles de kilómetros debajo del mar, es que si lo revientan por cualquier parte, el agua del mar entra dentro e inunda todo el interior, que con el tiempo se oxidará rápidamente por el agua salada. Mejor oleductos desde tierra, que aunque más fáciles de sabotear, suponen reparación mucho más rápida para volver a reutilizarlos.
Quedando
inútiles el Nord Stream 1 y 2, dejando a Alemania en un gravísimo aprieto para
su industria y la calefacción particular de los ciudadanos en invierno (
dejando aparte el efecto dominó en el resto de Europa que se podría traducir en
nuevas brutales subidas de precio generalizadas), solo queda el gasoducto
Yamal-Europa que atraviesa Bielorrusia y Polonia, así como la red del
Soyuz-Brotherhood y otros más, que por desgracia atraviesan Ucrania, con lo que
es de desear que termine cuanto antes esta absurda guerra y en aras del sentido
común se reanude el suministro del gas ruso para beneficio económico tanto de
Rusia como de la propia Europa.
Lo
curioso del caso es que justo al mismo tiempo de sabotear y con ello destruir
dejando inutilizados los gasoductos que llevaban el gas ruso, se inauguraba el
que llevaba el gas noruego a Polonia y resto de Europa.
De
todo esto hay un claro beneficiario: los Estados Unidos, que ante las
necesidades de Europa, venden su gas licuado a precios astronómicos, y aún
sacando beneficio aparte de un euro cada vez devaluado frente al dólar, ya que
los norteamericanos cobran en dólares lo que venden.
Lo
que evidencia que estamos ante una guerra económica que se basa en maniobras de
la más cruda y dura especulación donde hay perdedores y ganadores. De momento
Europa y Rusia son los perdedores, y Estados Unidos la gran ganadora. Tema
aparte es que lo bueno se basa en que económicamente se beneficien todos con el
comercio mundial, y es en lo que no se está pensando ahora.
Lección
aparte, es que la política de los países es preocuparse primero por lo
doméstico, evitando al máximo la dependencia energética de otros países y
procurando ser lo más autosuficiente hasta el punto que no le afecten las
crisis que se crean en otras naciones más vulnerables. En el caso de España es
construir más pantanos ( para tener más energía y agua abundantes); explotar
los propios recursos naturales de petróleo, gas, y otras materas primas; y no
descuidar dedicar esfuerzos a la investigación y desarrollo para poder disponer
de un tejido económico competitivo y puntero.
Pero si desde Bruselas la comisión europea ordena destruir los pantanos españoles, demoler las centrales térmicas y nucleares, e imponer una Agenda 2030 que resulta dañosa para todos los sectores económicos españoles,....todo indica que es para que se de la situación con la que especular y hacer que el control económico de todo pase a manos de unos pocos beneficiarios. Y esto es lo que realmente está pasando: las maniobras para que tanto el poder económico como el político pase a pocas manos, aunque sea a costa de perjudicar a la gran mayoría de los ciudadanos.
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