Hace un par de días supe de una noticia ocurrida en el
Líbano, donde una mujer atracaba un banco para recuperar sus propios ahorros
que la entidad financiera se negaba a entregarle.
Esta mujer entró armada con una pistola ( luego se supo que
era de juguete) y amenazó a los empleados para que les dieran 13.000 dólares de
sus propios ahorros. El caso es que la mujer estaba desesperada porque necesitaba
su propio dinero con urgencia, para poder pagar un tratamiento de quimioterapia
con el que estaba su hermana enferma. Posteriormente, en este mismo país, se
sucedieron ataques de ciudadanos contra bancos para sacar su dinero
El caso es que por orden gubernamental, en el Líbano no se
podían sacar más de 200 euros al día. Dicho en otras palabras, que en este país
había esa cosa que llaman corralito, y que consiste en que el gobierno te
impide el acceso al dinero que tienes en el banco, o solo te permite sacar una
cantidad limitada. Ya se ha sentado precedentes en países como Argentina,
Grecia, o Chipre, entre otros.
¿Podría ocurrir algo parecido en España?. Es muy posible, y
además ante el grave nivel de endeudamiento público, y la insaciable voracidad
del gobierno de necesitar nuevo dinero fresco de más, ya imposible de recaudar
vía impuestos, es muy posible que al gobierno se le ocurra disponer del dinero
que los ciudadanos tienen en el banco.
Cuando por si solo las limitaciones para disponer de los
propios ahorros, el gobierno podría hacer algo peor: hacer una quita, vamos a
suponer, por ejemplo, del 5% ó del 10%, o hasta quizás más, de la cantidad de
dinero que se tuviera depositada. Sería un verdadero robo, y hasta un atentado
contra el derecho constitucional a la propiedad privada, pero algo legal con la
actual Ley de Seguridad Nacional vigente, y con la excusa de que lo hace “por
el bien de la nación”.
En consecuencia, para no verse afectado por esas posibles
situaciones de corralitos y quitas de dinero, lo ideal es no dejar el dinero en
el banco, y tenerlo guardado en metálico. Si no quieres que te roben, no dejes
tu dinero al alcance de los ladrones que te lo podrán robar, y los bancos
pueden ser la trampa fácil donde el gobierno podría robarte tus ahorros.
Si ocurre un apagón eléctrico ( que es muy posible que
suceda con la excusa de la crisis energética), ya no seria posible utilizar los
cajeros automáticos, ni sacar dinero directo del banco ( ya que todo está
informatizado), ni pagar o hacer transferencias con el móvil. O si el gobierno
impone unos límites en la disposición del propio dinero que tienes en el banco,
es decir, si hace un corralito, no podrás tener el dinero que necesitas, e
incluso puede ser dudoso que puedas hacer las transacciones financieras a
partir de determinadas cantidades. Y lo peor: si el gobierno impone una quita (
excusándose en cualquier ley vigente que se lo permita –sobretodo la recién ley
aprobada con tan poca publicidad y con gran complicidad de la oposición, como
es la Ley de Seguridad Nacional que otorga poderes casi omnímodos,
dictatoriales y marciales, al presidente del gobierno), te puedes encontrar que
el propio gobierno ha robado parte del dinero que tenías depositado en el
banco. Y dejando aparte las abusivas comisiones por solo tener una cuenta en un
banco, y todos los demás gastos que de ello derivan ( transferencias,
domiciliaciones de facturas, gastos de administración y custodia, comisiones
por diversos conceptos, etc…).
En consecuencia, lo mejor es disponer del propio dinero en
metálico, pues los bancos ya no inspiran confianza, y lo mismo el gobierno que
te puede quitar parte o expropiártelo todo si lo cree conveniente para
cualquier excusa política. Lo único de bueno de los bancos, es que facilitaba
para las transferencias en cobros y pagos de cualquier operación financiera.
Pero ha dejado de ser un lugar seguro donde dejar tu propio dinero, donde no
podrás sacar la cantidad que desees y cuando desees, e incluso el gobierno se
puede quedar con parte de tu dinero, que tanto te ha costado tener que
ahorrarlo.
Si no tienes dinero en el banco, el gobierno no te puede
controlar, ni controlar tu dinero. Si no pagas con tarjetas, ni con el móvil,
ni mueves tu dinero con las distintas transacciones financieras a través de
entidad financiera, el gobierno no te puede controlar haciendo un seguimiento
de tus rastros digitales. Por eso lo mejor es que todos dejemos de utilizar
tarjetas bancarias y los pagos por móvil, que igualmente beneficiará a los
comercios y empresas ( porque se ahorrarán pagos de comisiones aparte), y
además puede servir para que dejen de ser controlados tanto las empresas como
los particulares, al hacer los pagos y cobros en negro que permiten escaparse
de los impuestos y todo tipo de demás gravámenes al no estar controlados ( y no
olvidemos que buena parte de los impuestos son el robo de los políticos que se
destinan para financiar sus despilfarros, sus privilegios, y mantener a toda su
red de parásitos, que de ningún modo repercuten en beneficio de los ciudadanos
que los pagan ni el buen ejemplo para el país al verse libre de distintas
corruptelas públicas).
Así que, a ver si dejamos ya de dejar en el banco buena
parte del dinero ( dejar solo lo indispensable para lo que haga falta para determinados
pagos, y que sea poco), así como de utilizar tarjetas y pagos por móvil o
cualquier otro medio telemático ( ordenador, tableta, etc…). Dejemos ya de
utilizar la tarjeta o el móvil cada vez que llenemos el depósito del coche, o
el carrito del supermercado, o para cualquier otro pago en cualquier empresa o
comercio. Por lo menos evitaremos posibles corralitos, impuestos, comisiones,
quitas, e incluso dejaremos de ser controlados por el gobierno. Y por otra
parte esta actitud aportará algo mucho más beneficioso: dinamizará mucho más la
economía, al haber mucha más circulación de capital contante y sonante, y menos
control gubernamental.
Y precisamente por esas razones, al gobierno le interesa
digitalizarlo todo, para tenerlo todo controlado, incluido el dinero, y con
ello uno de sus propósitos es que desaparezca el dinero en metálico, algo que
los ciudadanos deberían de impedir utilizando cada vez más ese dinero en
metálico, y abandonar el uso de tarjetas y móviles en efectuar las operaciones
financieras. Por lo menos el Tribunal de Justicia de la Unión Europea sentenció
que no se puede prohibir ni ilegalizar el dinero en metálico, pero igual ya se
sabe que las leyes siempre tienen el riesgo de ser cambiadas cuando hay
suficiente quórum político para ello.